Curicó Unido: Una Historia de Inestabilidad Técnica

Curicó Unido, el club de fútbol fundado en 1973 en la Región del Maule, Chile, ha experimentado una notable inestabilidad en cuanto a la continuidad de sus entrenadores. Desde su fundación hasta 2024, la institución ha tenido una lista considerablemente extensa de técnicos, lo que resalta una falta de constancia y un posible indicio de que los procesos no se respetan adecuadamente.

En total, la historia del club cuenta con más de 60 nombramientos de entrenadores diferentes. Desde los primeros días con Carlos Vega, Ricardo Oteíza y Julio Campos, hasta los recientes nombramientos de Francisco Bozán y Miguel Riffo, el cambio constante parece ser parte de la cultura del club. Este alto número de relevos contrasta con la visión de otras instituciones que apuestan por procesos a largo plazo.

Por ejemplo, Luis Marcoleta, quien estuvo a cargo entre 2008 y 2010, y nuevamente entre 2015 y 2018, tuvo uno de los periodos más prolongados en la historia del club. Bajo su liderazgo, Curicó Unido logró algunos de sus mayores éxitos, incluyendo el ascenso a la Primera División en 2009 y 2017. Sin embargo, su segundo periodo terminó abruptamente en 2018, lo que marcó el inicio de una serie de rápidos cambios de dirección técnica.

Entre 2019 y 2023, Curicó Unido tuvo siete entrenadores diferentes, cada uno con estilos y enfoques distintos. El nombramiento y posterior salida de Martín Palermo, la segunda etapa de Damián Muñoz, y el breve paso de Juan José Ribera, reflejan el patrón de inestabilidad. Más recientemente, la llegada y salida de Miguel Riffo en 2023, junto con el retorno de Francisco Bozán y la reincorporación de Riffo en 2024, destacan la persistente falta de continuidad.

La poca estabilidad en el cargo de director técnico puede tener implicaciones importantes para el rendimiento y la cohesión del equipo. Los cambios frecuentes en la dirección técnica pueden dificultar la implementación de estrategias a largo plazo y la formación de una cultura de equipo sólida. Además, los aficionados y jugadores pueden sentirse desorientados con tanta variabilidad.

Curicó Unido, con una rica historia y una base sólida de seguidores, podría beneficiarse de un enfoque más estable y centrado en procesos a largo plazo. La continuidad en el liderazgo técnico no solo puede contribuir a un mejor rendimiento deportivo, sino también a una mayor cohesión institucional. El desafío para el club será encontrar un equilibrio entre los resultados inmediatos y la creación de una estructura sólida y duradera.

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